sábado, 19 de diciembre de 2009

Wetamir XXIV - Predicciones para el 2010

Esto será el 2010:

23 de Enero: Una mujer muere asesinada por su marido.
Todas las miradas se vuelven hacia la Ministra de Igualdad Bibiana Aido.

-"Apenas acaba de empezar el año y la Violencia Machista propia de una mayoría de españoles misóginos y despreciables azota a la sociedad impúnemente. Debemos hacer un frente común contra esta nueva y desconocida corriente violenta que nos agrede y trazar un plan legal que la elimine por completo. Quien no haga piña será sin duda un maltratador asesino misógino que se pajea cuando una mujer es exterminada."

15 de Febrero: Una chica es asesinada por su novio cocainómano.

-"Y es que ya son dos en lo que llevamos de año, señores, dos mujeres muertas por culpa de una sociedad machista y falocrática en donde una mujer está indefensa ante las constantes amenazas de asesinos y maltratadores que campan libres a sus anchas. Desde mi partido propongo una reforma de la ley penal que haga trizas a estos hijos de puta.
Si algún político, plataforma o individuo osa oponerse será sin duda un asesino genocida hijo de la gran puta."

4 de Marzo: Un luchador de vale-tudo esquizofrénico mata de un cabezazo a su novia stripper.

-"¡¿Hasta cuando?! ¡¿hasta cuando vamos a tener que esperar los españoles para tener un sistema legal que proteja a las mujeres de una sociedad que tolera la existencia de hombres violentos?! ¿cómo es posible que en la europa del siglo XXI aún muera una mujer sin ella desearlo?
Propongo pena de muerte a todo hombre que cometa una agresión contra una mujer. El que no se haga la foto conmigo y todas mis amigas dándome su apoyo es un hijodeputa maltratador asesino misógino come mierda que no va a follar en su puta vida."

29 de Marzo: Una niña en patines es atropellada por un coche conducido por su abuelo cegato.

-"Cuatro mujeres, cuatro víctimas de esta sociedad obsoleta, anacrónica, rancia y vergonzosa. Cuatro, mas que suficientes para que el sistema legal se vea obligado a doblegarse ante nuestras exigencias.
La nueva ley de mi ministerio prohibe conducir vehículos a todo hombre que no pase un examen de respeto a la mujer. Quien no me apoye sufrirá las públicas iras de mi lobby y su carrera política estará acabada por ser un manifiesto cerdo machista mutila clítoris."

14 de Agosto: Una chica muere en Ibiza de golpe de calor producido por la ingesta de sustancias estupefacientes, alcohol y semen.

-"Es evidente que ha sido un asesinato pues su compañero pagafantas no la ayudó lo suficiente como para salvarla, no la quería lo suficiente. Neglicencia homicida pues.
Mi nueva ley ya se encarga de que estos malnacidos machistas violentos antropófagos y la horca dará buena cuenta de él ante las atentas miradas de los machos asistentes. ¡Castigo ejemplar! ¡castigo ejemplar! HIJOS DE PUTA"

-"Siiiiii!!! Castigo ejemplar! pichacortas de mierda!!"

22 de Diciembre: El nuevo régimen feminazi llega al poder, los hombres son recluidos en ghettos y los que no superan la criba genética son enviados a campos de exterminio.

Preparaos para el 2010.

sábado, 5 de diciembre de 2009

Wetamir XXIII - Mujer total

Estaba viendo chorradas en Youtube cuando encontré esta jodida joya:

La definición perfecta de lo que es una mujer.
Basta con ver el primer minuto, no creo que la cosa se recupere desde ahí, y esto es aplicable a la vida de esta PUTA, porque es fácil adivinar qué tiene este apto receptáculo de semen bajo su rubia melena.

Es guapa, si, es guapa. Simetría, salud, ninguna tara apreciable, sin duda cualquiera se la follaba completamente.
Ahora bien la belleza de esta mujer ejemplar reside en que es un deslumbrante ejemplo de lo que puede llegar a ser cualquier mujer, de hecho, lo que esta sociedad consumista y aborregada consiente que sea una mujer.

Sinceramente, lo digo en serio, creo que disfrutaría mas del coito con este animal si antes le administrase un potente somnífero. Por muy sana, jóven y atractiva que pueda salir en una foto, si una tia me habla así... me voy, dejémoslo en que yo me iría.

Quizá esto nos plantea un interesante debate para este hilo, pongámonos en una situación hipotética, un escenario imposible en donde el forero medio ha salido de casa, ha socializado, ha conocido a la puta del eyeliner y, ya adentrándonos en la ciencia-ficción, la ramera esta quiere una relación con el forero, contigo, tú, el que lee esto.

Por un lado ella te promete sexo, por otro lado tienes el soportarla a ella, a sus amigos chupis, conocer a su familia, frecuentar su ambiente y aportar mucho tiempo y dinero de tu parte.
¿Te compensa? ¿Vale la pena? ¿Qué harías?

lunes, 2 de noviembre de 2009

Falocrata X - SCUM de Valerie Solanas parte 2

Extracto del Manifiesto SCUM de Valerie Solanas, lo voy a dividir en varias partes para facilitar su lectura.

La expansión de la paternidad, resultado del desarrollo y de la mejor distribución de la riqueza (que el patriarcado necesita para prosperar) ha provocado el aumento general de la estupidez y el declive de las mujeres en los Estados Unidos después de 1920. La estrecha asociación entre riqueza y paternidad ha servido para que las chicas peor seleccionadas, es decir las burguesitas privilegiadas, logren el derecho a educarse.

En suma, el papel de los padres ha sido corroer el mundo con el espíritu de la virilidad. Los hombres poseen el don de Midas negativo: todo cuanto tocan se convierte en mierda.

La supresión de la individualidad, la animalidad (domesticidad y maternidad) y el funcionalismo: El hombre es un puñado de reflejos condicionados: incapaz de reaccionar libremente por medio de su mente, está atado y determinado completamente por sus experiencias infantiles y del pasado. Vivió sus primeras experiencias con su madre, y durante toda su vida está ligado a ella. El Hombre nunca llega a comprender claramente no ser parte de su madre, que él es él y ella es ella.

Su máxima necesidad es sentirse guiado, abrigado, protegido y admirado por mamá (los hombres esperan que las mujeres adoren aquello que los petrifica de horror: ellos mismos). Exclusivamente físico, aspira a pasar su tiempo (que ha perdido en el mundo defendiéndose sombriamente contra su pasividad) dedicado a actividades básicamente animales: comer, dormir, cagar, relajarse y hacerse mimar por Mamá. La Hija de Papá, pasiva y cabezahueca, deseosa de aprobación, de una palmada en la cabeza, del respeto del primer montón de basura que’ pasa, deja reducirse fácilmente a la categoría de Mamá, estúpida suministradora de consuelo para las necesidades físicas, respaldo de los cansados, paño para frentes simiescas, aliciente para el ego mezquino, admiradora de lo despreciable: una bolsa de agua caliente con tetas.

Reducidas a la categoría de animal, las mujeres del sector más atrasado de la sociedad, la clase media privilegiada y educada, despojo de la humanidad donde papá reina como ser supremo, intenta desarrollarse por medio del trabajo, y en la nación más avanzada del mundo, en pleno siglo XX, van de un lado a otro con los críos colgando de las tetas. ¡Y no es por los niños (aunque los expertos sentencien que Mamá debe quedarse en casa y arrastrarse como una bestia) sino por Papá! La teta es para Papá, para que pueda aferrarse, los sufrimientos del trabajo son para Papá, para que pueda seguir prosperando (como está medio muerto, necesita estímulos poderosos).

La necesidad de reducir a la mujer a un animal, a Mamá, a un macho, es psicológica y práctica. El macho es simplemente una muestra de la especie, susceptible e ser intercambiable por cualquier otro macho. No posee una individualidad profunda, pues la individualidad se origina en la curiosidad, en aquello que se encuentra fuera de uno mismo, que lo absorbe, aquello con lo que uno se relaciona. Los hombres, totalmente absorbidos por ellos mismos, capaces sólo de relacionarse con sus propios cuerpos y de experimentar únicamente sus sensaciones físicas, difieren entre sí unicamente por el grado y por la forma de intentar defenderse contra su pasividad y contra su deseo de ser mujeres.

La individualidad femenina, se impone ante el hombre, pero él es incapaz de comprenderla, incapaz de establecer un contacto con ella que lo asusta, le conmociona y llena de espanto y de envidia. Así, la niega, y se dispone a definir a cualquiera, él o ella, en términos de función o de uso, asignándose desde luego para sí las funciones más importantes – médico, presidente, científico – a fin de darse una identidad, si no una individualidad, y convencer, a sí mismo y a las mujeres (le ha ido mejor convenciendo a las mujeres) que la función femenina es concebir y dar a luz a los hijos, relajarse, confortar y alabar el ego del hombre; que por su función es un ser intercambiable con cualquier otra mujer. Pero en realidad, la función de la mujer es comunicarse, desarrollarse, amar y ser ella misma, y resulta irreemplazable por otra; la función del macho es la de producir esperma. En la actualidad existen bancos de esperma.

La violación de la intimidad: El hombre, avergonzado de lo que es y de casi todo lo que hace, tiende bastante a mantener en secreto todos los aspectos de su vida, pero no guarda ningún respeto por la vida privada de los demás. Vacío, incompleto, carente de realidad propia, necesita permanentemente la compañía de la mujer, y no ve nada de malo en el hecho de inmiscuirse o introducirse en los pensamientos de la mujer, no importa quien sea, en cualquier parte y en cualquier momento; pero se siente indignado e insultado si se le llama la atención respecto a lo que hace, se siente confundido… no puede comprender que alguien pueda preferir un minuto de soledad a la compañía de cualquier cretino. Al desear convertirse en una mujer, se esfuerza por estar siempre rodeado de mujeres – las únicas que lo aproximan a su deseo –; y se las ingenió para crear una sociedad basada en la familia – una pareja hombre-mujer y sus hijos (el pretexto para la existencia de la familia) que, virtualmente, viven uno encima del otro, violando inescrupulosamente los derechos de la mujer, su intimidad, su salud.

El aislamiento, los suburbios y la imposibilidad de la comunidad: Nuestra sociedad no es una comunidad, es una colección de unidades familiares aisladas. El hombre se siente desesperadamente inseguro, temeroso de que su mujer le abandone si se expone ante otros hombres o a algo que remotamente se parezca a la vida, de modo que intenta aislarla de los otros hombres y de la mediocre civilización reinante. La lleva a vivir a los suburbios para encerrarla en un conjunto de pabellones donde parejas con sus hijos se absorben en una mutua contemplación. El aislamiento le da la posibilidad de mantener la ilusión de ser un individuo, se convierte en un individualista rudo, un gran solitario; confunde la individualidad con la claustración y la falta de cooperación.

Pero hay otra razón para explicar este aislamiento: cada hombre es una isla. Atrapado en sí mismo, emocionalmente aislado, incapaz de comunicarse, al hombre le horroriza la civilización, la gente, las ciudades, las situaciones que requieren capacidad para comprender y establecer relaciones con los demás. Papá huye, como un conejillo asustado, se escabulle, y arrastra el rechoncho culo hacia el páramo, hacia los suburbios. O, en el caso del hippie – ¡Se va lejos, chico! – hacia el prado donde puede joder y procrear a sus anchas y perder el tiempo con sus abalorios y sus flautas.

El hippie, cuyo deseo de ser un Hombre, y un rudo individualista, es más débil que el del término medio de los hombres, y se excita ante la sola idea. de poseer cantidad de mujeres a su disposición, se revela contra la crueldad de la vida del Gana-Pan y contra la monotonía de la monogamia. En nombre de la cooperación y del reparto, forma una comuna o una tribu, que, a pesar de sus principios de solidaridad y en parte por su causa (la comuna, una extensión de la familia, es un ultraje más de los derechos de la mujer, viola su intimidad y deteriora su salud mental) no se parece a una comuna más que el resto de la sociedad.

La verdadera comunidad está formada por individuos – no simples miembros de una especie, o parejas – que respetan la individualidad y la intimidad de los demás, y al mismo tiempo, obran con reciprocidad mental y emocionalmente – espíritus libres que mantienen entre sí una relación libre – y cooperan para alcanzar fines comunes. Los tradicionalistas dicen que la unidad básica de la sociedad es la familia, para los hippies en cambio, es la tribu; nadie menciona al individuo.

El hippie habla mucho acerca de la individualidad, pero su concepto al respecto no difiere del que puede tener cualquier otro hombre. Desearía regresar a la naturaleza, a la vida salvaje; regresar al desierto, reencontrar el hogar de los animales peludos de los que él forma parte, lejos de la ciudad, o al menos donde se perciban algunas huellas, un vago inicio de civilización, para vivir al nivel primario de la especie y ocuparse en actividades sencillas, no intelectuales: criar cerdos, joder, ensartas abalorios. La actividad más importante de la comuna – en ella se basa – es la promiscuidad. El hippie se siente atraído por la comuna principalmente porque ofrece la perspectiva de libertad sexual, el coño libre, la más interesante comodidad para compartir, la que se puede poseer sin miramientos; pero, ciego y avaricioso, no piensa en todos los demás hombres con quienes deberá compartirlo, ni tampoco repara en los celos y la posesividad propia del coñazo que ellos son, en sí mismos.

Los hombres no pueden cooperar en el logro de un fin común, porque el fin de cada hombre es todos los coños para sí. De ahí que la comuna esté condenada al fracaso. Preso del pánico, el hippie atrapará a la primera mentecata que lo empuje y la arrastrará a los suburbios lo más rápidamente posible. El macho no puede progresar socialmente, pero, en cambio, oscila entre el aislamiento y la promiscuidad.

El conformismo: A pesar de desear ser un individuo, el hombre teme cualquier cosa que pudiera diferenciarlo, aún ligeramente de los demás hombres; teme no ser realmente un Hombre, una de las sospechas más perturbadoras es la posibilidad de ser pasivo y estar determinado por la sexualidad. Si los demás hombres son A y él no lo es, quizás no sea un hombre; debe de ser un marica. Así, intenta afirmar su Hombría pareciéndose a otros hombres. Pero cualquier diferencia constatada en los demás también constituye una amenaza, le aterra: son ellos, a los maricas a quienes debe evitar a cualquier precio, y hace cuanto puede para obligarles a recuperar la uniformidad.

El hombre se atreve a ser diferente sólo cuando acepta su pasividad y su deseo de ser una mujer, su mariconería. El más consecuente consigo mismo es el travestí. Pero él, a pesar de ser diferente a muchos hombres, es exactamente igual a todos los demás travestís. También funcionalista, busca una identidad formal: ser una mujer. Trata de desembarazarse de todos sus problemas, pero todavía no posee ninguna individualidad. No está totalmente convencido de ser una mujer, angustiado por la idea de no ser lo suficientemente hembra, se adecua compulsivamente al estereotipo femenino creado por el hombre, terminando por ser un fardo de manierismos acartonados.

Para asegurarse de que es un Hombre, el macho debe asegurarse de que la hembra es verdaderamente una Mujer, lo contrario de un Hombre, es decir, que la hembra se comporta como un marica. Y la Hija de Papá, cuyos instintos femeninos le fueron arrebatados cuando era pequeña, se adapta facilmente y por obligación a este papel.

La autoridad y el gobierno: El hombre que, carece del sentido de lo verdadero y de lo falso, carece de conciencia moral, (sólo puede ser producto de la capacidad para ponerse en el lugar de los demás) carece de fe en su yo inexistente, es necesariamente competitivo y, por naturaleza, incapaz de cooperar, siente la necesidad de una guía y de un control procedente del exterior. Por lo tanto, inventa a las autoridades – sacerdotes, especialistas, jefes, líderes, etc.– y al gobierno. Quiere que la hembra (Mamá) le guíe, pero es incapaz de prestarse a ello (después de todo, él es un hombre), quiere desempeñar el papel de la Mujer, usurpar su función de Guía y Protectora, se encarga de que todas las autoridades sean siempre hombres.

No existe ninguna razón para que una sociedad formada por seres racionales capaces de cooperar entre sí, autosuficientes y libres de cualquier ley o condición natural capaz de obligarles a competir, deban tener un gobierno, leyes o líderes.

La filosofia, la religión y la moral basados en el sexo: La incompetencia del hombre para relacionarse con los demás o con las cosas es causa de que su vida carezca de objetivos y sentido (según el pensamiento masculino la vida es un absurdo), así inventa la filosofía y la religión. Está vacío, mira hacia afuera, no sólo en busca de una guía o de un control, sino también de la salvación y del sentido de la vida. Le resulta imposible realizar la felicidad en la tierra: inventó el Cielo.

Puesto que no puede comunicarse con los otros, y sólo vive para el sexo, para el varón el mal es la licencia sexual que le compromete en prácticas sexuales desviadas (no viriles, es decir, las que no lo defienden contra su pasividad y sexualidad total, característica que amenazan, si se las fomenta, con destruir la civilización, pues la civilización está absolutamente basada en la necesidad del hombre de defenderse contra estas características, en cuanto a la mujer (según los hombres) el mal radica en cualquier tipo de comportamiento capaz de inducir a los hombres a la licencia sexual, es decir impedir a las necesidades del macho estar por encima de las suyas y negarse a hacerse la loca.

La religión no solamente brinda al hombre un fin (el Cielo) y ayuda a mantener a la mujer ligada a él, además presenta rituales mediante cuya práctica el hombre puede expiar la culpa y la vergüenza experimentada por no ser capaz de defenderse suficientemente contra sus impulsos sexuales; en especial, se trata de la culpa y la vergüenza de ser hombre.

La mayoría de los hombres, en su inmensa cobardía, proyectan sus debilidades intrínsecas en las mujeres; las califican de debilidades típicamente femeninas y se atribuyen la auténtica fuerza femenina. La mayoría de filósofos, no tan cobardes, reconocen ciertas carencias en el hombre; sin embargo no llegan a admitir el hecho de que estas carencias existen sólo en los hombres. Así, denominan a la condición del hombre masculina, la Condición Humana; formulan su problema de la nada, que les horroriza, como un dilema filosófico; otorgan un nivel de jerarquía a su animalidad, pomposamente bautizan a su nada Problema de Identidad, y con grandilocuencia proceden a charlar acerca de la Crisis del individuo, de la Esencia del ser, de la Existencia que precede a la Esencia, de los Modos Existenciales del Ser, etc. etc.

La mujer, en cambio, no solamente ni se cuestiona su identidad o su individualidad, sino que por instinto sabe que el único mal consiste en herir a los demás, y que el verdadero significado de la vida es el amor.

Los prejuicios (racial, étnico, religioso, etc.): El hombre necesita víctimas propiciatorias para poder proyectar sobre ellas sus fracasos y sus insuficiencias, y sobre las que pueda desahogar sus frustraciones por no ser mujer.

La competencia, el prestigio, el status, la educación formal, la ignorancia y las clases sociales y económicas: Obsesionado por ser admirado por las mujeres, pero sin poseer ningún mérito intrínseco, el hombre construye una sociedad artificial que le proporciona una apariencia del mérito a través del dinero, del prestigio, de la clase social alta, los títulos, la posición y el conocimiento, relegando en lo más bajo de la escala social económica y educacional a la mayor cantidad posible de hombres.

El objetivo de la educación superior no es educar sino excluir a los demás de las distintas profesiones.

El hombre, aunque capaz de comprender y de utilizar el conocimiento y las ideas, no puede entrar en relación con ellas, aprehenderlas emocionalmente; no valora el conocimiento y las ideas de sí mismas (son simplemente medios para lograr fines) y, en consecuencia, no necesita comunicaciones de tipo intelectual, no necesita cultivar las facultades intelectuales de los otros. Por el contrario, su interés es la ignorancia; sabe muy bien que una población de mujeres inteligentes y conscientes significa el fin de su reinado. La mujer orgullosa y saludable desea la compañía de sus iguales a quienes puede respetar y con quienes puede desarrollarse; el macho y la mujermacho enfermos, inseguros y carentes de confianza en sí mismos anhelan la compañía de los parásitos, de las larvas.

El hombre no puede llevar a cabo una genuina revolución social, pues quienes se hallan en las altas posiciones del poder allí desean permanecer, y quienes están abajo desean ocupar un alto puesto. La rebelión, entre hombres, es una farsa; vivimos en una «sociedad» masculina hecha por el hombre para satisfacer sus necesidades. Nunca está satisfecho, pues le resulta imposible. Aquello contra lo cual el hombre rebelde se rebela, es el hecho de ser hombre. El hombre cambia solamente cuando la tecnología se lo impone, cuando no le queda otra alternativa, cuando la sociedad alcanza un nivel en el cual él debe cambiar o morirse. Ahora lo hemos alcanzado; si las mujeres no mueven rápidamente el culo, corremos peligro de reventar.

Imposibilidad para la conversación: Dada la naturaleza totalmente egocéntrica del hombre y su incapacidad para contactar con el exterior, su conversación, si no versa sobre él mismo, es impersonal, monótona, despojada de cuanto posea un valor humano. La conversación intelectual del hombre es un intento forzado y compulsivo para impresionar a la mujer.

La Hija de Papá, pasiva, adaptable, respetuosa y temerosa del hombre hasta la reverencia, se deja imponer la hedionda y aburrida cháchara masculina. A ella no le resulta muy difícil, ya que la tensión y la ansiedad, la falta de serenidad, la inseguridad y las propias dudas, la incertidumbre ante los sentimientos y las sensaciones que Papá le metió en la cabeza, convierten sus percepciones en superficialidad y le impiden darse cuenta de que la charlatanería del hombre sólo es charlatanería; como el esteta que aprecia la el espejismo llamado Gran Arte, está convencida de que la mierda de conversación que le aburre, le permite desarrollarse. No sólo acepta el dominio del espejismo; además adapta a ella su propia conversación.

Entrenada desde la más tierna infancia en la simpatía, la gentileza y la dignidad, halagando la necesidad del varón de disfrazar su animalidad, la mujer reduce servilmente su conversación a la charla melosa insípida y blanda sobre cualquier tópico que esté más allá de lo más trivial -o, en el caso de ser cultivada, se quedará en la discusión intelectual, es decir, en el discurso impersonal acerca de abstracciones irrelevantes: el Producto Bruto Nacional, el Mercado Común, la influencia de Rimbaud en la pintura simbolista. Se vuelve tan adepta al halago que eventualmente éste se convierte en su segunda naturaleza hasta el extremo de continuar halagando a los hombres aún cuando se encuentre en compañía de otras mujeres.

Aparte de esta faceta de lameculos, la conversación de la mujer está limitada debido al temor de expresar opiniones generales o desviadas y por un sentimiento de inseguridad que la encierra en sí misma y le quita encanto. La simpatía, la gentileza, la dignidad, la inseguridad y la introversión pocas veces pueden desencadenar la intensidad o el ingenio, dos cualidades imprescindibles para que una. conversación merezca el nombre de tal. Semejante conversación nunca es exhuberante; solamente las mujeres que confían plenamente en sí mismas, las arrogantes, las extovertidas, las orgullosas, las poseedoras de mentes rigurosas, son capaces de mantener una conversación intensa, audaz, ingeniosa.

La imposibilidad de la amistad y del amor: Los hombres se desprecian a sí mismos, a todos los otros hombres y a las mujeres que los halagan; las mujeres lameculos de los machos, inseguras y en busca de la aprobación masculina, se desprecian a sí mismas y a todas las que son como ellas; las mujeres-mujeres, autosuficientes, impetuosas, buscadoras de emociones, sienten desprecio por los machos y por las mujeres-macho lame-culos. Para ser breves, el desprecio está a la orden del día.

El amor no es dependencia ni es sexo, es amistad, y, por lo tanto, el amor no puede existir entre dos hombres, entre un hombre y una mujer o entre dos mujeres, si uno de ellos es un macho lameculos, inseguro y estúpido. Al igual que la conversación, el amor solamente puede existir entre dos mujeres-mujeres seguras, libres, independientes y desarrolladas. La amistad se basa en el respeto, no en el desprecio.

Incluso entre mujeres desarrolladas, las amistades profundas se dan rara vez en la época adulta, ya que casi todas ellas se han unido a hombres para sobrevivir económicamente, o están empeñados en abrirse camino, a cuchilladas, a través de la jungla e intentar mantener sus cabezas por encima del nivel de la masa amorfa. El amor no puede florecer en una sociedad basada en el dinero y en el trabajo mediocre; requiere una libertad económica y personal total, tiempo para el ocio y la oportunidad de comprometerse en actividades intensamente absorbentes y emocionalmente satisfactorias; tales actividades, cuando se comparten con aquellos a quienes se respeta, desembocan en una profunda amistad. Nuestra Sociedad no brinda oportunidades para comprometerse en esta clase de actividades.

Después de haber eliminado del mundo la conversación, la amistad, y el amor, el hombre ofrece los siguientes sustitutos mezquinos.

«El gran Arte» y «la cultura»: El artista hombre intenta compensar su incapacidad para vivir y su impotencia para ser mujer, construyendo un mundo sumamente artificial en el cual él es el héroe; es decir, despliega las características femeninas; y la mujer queda reducida a roles limitadísimos, de insípida subordinada, en una palabra, queda reducida a hacer de hombre.

El fin del arte masculino no es comunicar (puesto que el hombre es un ser vacío, nada tiene que decir), sino disfrazar su bestialidad; recurre al simbolismo y a la oscuridad (temas profundos). La mayoría de las personas, sobre todo las cultivadas, carentes de confianza en sus propios juicios, humildes, respetuosos de la autoridad (la traducción adulta de la frase Papá sabe más es: El critico entiende), aprenden fácilmente que la oscuridad, la evasividad, la incomprensibilidad, la ambigüedad y el tedio son las señales de la profundidad y de la brillantez.

El Gran Arte demuestra que los hombres son superiores a las mujeres, que los hombres son mujeres; casi todo cuanto cabe bajo la denominación Gran Arte, tal como las anti-feministas nos lo recuerdan, ha sido creado por los hombres. Sabemos que se le llama Gran Arte porque las autoridades nos lo han dicho, y no podemos afirmar lo contrario, pues sólo los dotados de sensibilidades exquisitas muy superiores a las nuestras pueden percibir y apreciar su grandeza, la prueba de su sensibilidad superior es el hecho de apreciar la mierda que aprecian.

Apreciar es cuanto sabe hacer el hombre cultivado; pasivos e incompetentes, carentes de imaginación y de ingenio, aprecian; incapaces de crear sus propias diversiones, de crear un pequeño mundo a partir de sí mismos, de influir mínimamente en su medio ambiente, deben aceptar cuanto les es dado; incapaces de crear o de comunicarse, actuan de espectadores. La absorción de cultura es un intento desesperado y frenético de ser alguien en un mundo sin placer, de escapar al horror de una existencia estéril e insignificante. La cultura es el maná del ego de los incompetentes, el medio para racionalizar las expectativas pasivas; pueden sentirse orgullosos de sí mismos por su capacidad para apreciar las cosas más finas, ver una joya allí donde sólo hay mierda (quieren ser admirados porque admiran) Faltos de la más mínima confianza en su capacidad para cambiar algo, se resignan al status quo, necesitan extasiarse, ver la belleza en la mierda porque, sólo, mierda verán.

La veneración del Arte y de la Cultura – aparte de conducir a muchas mujeres a una actividad aburrida y pasiva que las distrae de otras más importantes y rentables, y de cultivar capacidades activas, – le permite al artista mostrarse como el único dotado de sentimientos superiores, percepciones, visiones, y juicios superiores, minando así la confianza de las mujeres inseguras en la validez de sus propios sentimientos, visiones y juicios.

El macho posee una sensibilidad muy limitada y, en consecuencia, son limitadas sus percepciones, visiones y juicios; necesita al artista para que le guíe, para que le diga qué es la vida. Pero, dado que el hombre artista es absolutamente sexual, incapaz de relacionarse con nada situado más allá de sus propias sensaciones físicas y nada puede expresar excepto su concepto de la vida, para él carecente de sentido y absurda; no puede ser un artista. ¿Cómo puede él, incapaz de vida, decirnos qué es la vida? El macho artista es una contradicción en sus términos. Un degenerado sólo puede producir un arte degenerado. El verdadero artista es la mujer saludable y que confía en sí misma. En una sociedad de mujeres el único Arte, la única Cultura, será la de las mujeres orgullosas, excéntricas, que se afirman entre sí con todo el universo.

Falocrata IX - SCUM de Valerie Solanas parte 1

Extracto del Manifiesto SCUM de Valerie Solanas, lo voy a dividir en varias partes para facilitar su lectura.

Vivir en esta sociedad significa, con suerte, morir de aburrimiento; nada concierne a las mujeres; pero, a las dotadas de una mente cívica, de sentido de la responsabilidad y de la búsqueda de emociones, les queda una – sólo una única – posibilidad: destruir el gobierno, eliminar el sistema monetario, instaurar la automatización total y destruir al sexo masculino.

Hoy, gracias a la técnica, es posible reproducir la raza humana sin ayuda de los hombres (y, también, sin la ayuda de las mujeres). Es necesario empezar ahora, ya. El macho es un accidente biológico: el gene Y (masculino) no es otra cosa que un gene X (femenino) incompleto, es decir, posee una serie incompleta de cromosomas. Para decirlo con otras palabras, el macho es una mujer inacabada, un aborto ambulante, un aborto en fase gene. Ser macho es ser deficiente; un deficiente con la sensibilidad limitada. La virilidad es una deficiencia orgánica, una enfermedad; los machos son lisiados emocionales.

El hombre es un egocéntrico total, un prisionero de sí mismo incapaz de compartir o de identificarse con los demás, incapaz de sentir amor, amistad, afecto o ternura. Es un elemento absolutamente aislado, inepto para relacionarse con los otros, sus reacciones no son cerebrales sino viscerales; su inteligencia sólo le sirve como instrumento para satisfacer sus inclinaciones y sus necesidades. No puede experimentar las pasiones de la mente o las vibraciones intelectuales, solamente le interesan sus propias sensaciones físicas. Es un muerto viviente, una masa insensible imposibilitada para dar, o recibir, placer o felicidad. En consecuencia, y en el mejor de los casos, es el colmo del aburrimiento; sólo es una burbuja inofensiva, pues unicamente aquellos capaces de absorberse en otros poseen encanto. Atrapado a medio camino en esta zona crepuscular extendida entre los seres humanos y los simios, su posición es mucho más desventajosa que la de los simios: al contrario de éstos, presenta un conjunto de sentimientos negativos – odio, celos, desprecio, asco, culpa, vergüenza, duda – y, lo que es peor: plena consciencia de lo que es y no es.

A pesar de ser total o sólo físico, el hombre no sirve ni para semental. Aunque posea una profesionalidad técnica – y muy pocos hombres la dominan – es, lo primero ante todo, incapaz de sensualidad, de lujuria, de humor: si logra experimentarlo, la culpa lo devora, le devora la vergüenza, el miedo y la inseguridad (sentimientos tan profundamente arraigados en la naturaleza masculina que ni el más diáfano de los aprendizajes podría desplazar). En segundo lugar, el placer que alcanza se acerca a nada. Y finalmente, obsesionado en la ejecución del acto por quedar bien, por realizar una exhibición estelar, un excelente trabajo de artesanía, nunca llega a armonizar con su pareja. Llamar animal a un hombre es halagarlo demasiado; es una máquina, un consolador ambulante. A menudo se dice que los hombres utilizan a las mujeres. ¿Utilizarlas, para qué? En todo caso, y a buen seguro, no para sentir placer.

Devorado por la culpa, por la vergüenza, por los temores y por la inseguridad, y a pesar de tener, con suerte, una sensación física escasamente perceptible, una idea fija lo domina: joder. Accederá a nadar por un río de mocos, ancho y profundo como una nariz, a través de kilómetros de vómito, si cree, que al otro lado hallará una gatita caliente esperándole. Joderá con no importa qué mujer desagradable, qué bruja desdentada, y, más aún, pagará por obtener la oportunidad. ¿Por qué? La respuesta no es procurar un alivio para la tensión física ya que la masturbación bastaría. Tampoco es la satisfacción personal – no explicaría la violación de cadáveres y de bebés.

Egocéntrico absoluto, incapaz de comunicarse, de proyectarse o de identificarse, y avasallado por una sexualidad difusa, vasta y penetrante, es psíquicamente pasivo. Al odiar su pasividad, la proyecta en las mujeres. Define al hombre como activo, y se propone demostrar que lo es (demostrar que se es un hombre). Su único modo de demostrarlo es joder (el Gran Hombre con un Gran Pene desgarrando un Gran Coño). Consciente de su error, debe repetirlo una y otra vez. Joder, es pues un intento desesperado y convulsivo de demostrar que no es pasivo, que no es una mujer; pero es pasivo y desea ser una mujer.

Mujer incompleta, el macho se pasa la vida intentando completarse, convertirse en mujer. Por tal razón acecha constantemente, fraterniza, trata de vivir y de fusionarse con la mujer. Se arroga todas las características femeninas: fuerza emocional e independencia, fortaleza, dinamismo, decisión, frialdad, profundidad de carácter, aformaciafirmación del yo, etc. Proyecta en la mujer los rasgos masculinos: vanidad, frivolidad, trivialidad, debilidad, etc. Preciso es señalar, sin embargo, que el hombre posee un rasgo brillante que lo coloca en un nivel de superioridad respecto a la mujer: las relaciones públicas. (Su tarea sido la de convencer a millones de mujeres de que los hombres son mujeres y que mujeres son hombres) Para el hombre, las mujeres alcanzan su plenitud con la maternidad; en cuanto a la sexualidad que nos impone, refleja lo que le satisfacería si fuera mujer.

En otras palabras, las mujeres no envidian el pene, pero los hombres envidian la vagina. En cuanto el macho decide aceptar su pasividad, se define a sí mismo como mujer (tanto los hombres como las mujeres piensan que los hombres son mujeres y las mujeres son hombres) y se convierte en un travestí, pierde su deseo de joder (o de lo que sea; por otra parte queda satisfecho con su papel de loca buscona) y se hace castrar. La ilusión de ser una mujer le proporciona una sexualidad difusa y prolongada. Para el hombre, joder es una defensa contra el deseo de ser mujer. El sexo en sí mismo es una sublimación.

Su obsesión por compensar el hecho de no ser mujer y su incapacidad para comunicarse o para destruir, le ha permitido hacer del mundo un montón de mierda. Es el responsable de:

La Guerra: El sistema más corriente utilizado por el hombre para compensar el hecho de no ser mujer (sacar su Gran Pistola) es obviamente ineficaz: la puede sacar un número limitado de veces y cuando la saca, lo hace a escala masiva, para demostrar al mundo que es un hombre. Debido a su impotencia para sentir compasión o para comprender o identificarse con los demás antepone su necesidad de afirmar su virilidad a un incontable número de vidas, incluida la suya. Prefiere morir iluminado por un resplandor de gloria que arrastrarse sombriamente cincuenta años más.

La simpatía, la cordialidad y «la dignidad»: Cada hombre sabe, en el fondo, que sólo es una porción de mierda sin interés alguno. Le domina una sensación de bestialidad que le avergüenza profundamente; desea no expresarse a sí mismo sino ocultar entre los demás su ser exclusivamente físico, su egocentrismo total, el odio y el desprecio que siente hacia los demás hombres y que sospecha que los demás sienten hacia él. Dada la constitución de su sistema nervioso muy primitiva, y susceptible de resentirse fácilmente a causa del más mínimo despliegue de emoción o de sentimiento, el hombre se protege con la ayuda de un código social perfectamente insípido carente del más leve trazo de sentimientos o de opiniones perturbadoras. Utiliza términos como copular, comercio sexual, tener relaciones (para los hombres, decir relaciones sexuales es una redundancia), y los acompaña de gestos grandilocuentes.

El dinero, el matrimonio, la prostitución, el trabajo y el obstáculo para lograr una sociedad automatizada: Nada, humanamente, justifica el dinero ni el trabajo. Todos los trabajos no creativos (practicamente todos) pudieron haberse automatizado hace tiempo. Y en una sociedad desmonetizada cualquiera podría obtener lo mejor de cuanto deseara. Pero las razones que mantienen este sistema, basado en el trabajo y el dinero, no son humanos, sino machistas:

1. El coño: El macho que desprecia su yo deficiente, vencido por una ansiedad profunda e intensa, y por una honda soledad cada vez que se encuentra consigo mismo, con su naturaleza vacía, se vincula a cualquier mujer, desesperado, con la vaga esperanza de completarse a sí mismo, y se alimenta de la creencia mística de que, por el mero hecho de tocar oro se convertirá en oro; anhela la constante compañía de la mujer. Prefiere la compañía de la más inferior de las mujeres a la suya propia o a la de cualquier otro hombre quien sólo le recuerda su propia repulsión. Pero es preciso obligar o engañar a las mujeres, a menos que sean demasiado jóvenes o estén demasiado enfermas, para someterlas a la compañía del varón.

2. Proporcionar al hombre (incapaz de relacionarse con los demás) ilusión de utilidad, le permite justificar su existencia excavando agujeros y volviéndolos a llenar. El tiempo ocioso le horroriza pues dispone de una sola solución para llenarlo: contemplar su grotesca personalidad. Incapacitado para relacionarse o amar, el hombre trabaja. Las mujeres anhelan las actividades absorbentes, emocionantes, pero carecen de la. oportunidad o de la capacidad para ello y prefieren la ociosidad o perder el tiempo a su gusto: dormir, hacer compras, jugar al bowling, nadar en la piscina, jugar a las cartas, procrear, leer, pasear, soñar despiertas, comer, jugar consigo mismas, tragar píldoras, ir al cine, psicoanalizarse, viajar, recoger perros y gatos, repantingarse en la playa, nadar, mirar la t.v., escuchar música, decorar la casa, dedicarse a la jardinería, coser, reunirse en clubs nocturnos, bailar, ir de visitas, desarrollar su inteligencia (siguiendo cursos), y absorber cultura (conferencias, teatro, conciertos, películas artísticas). Así, muchas mujeres, incluso en caso de una completa igualdad económica, prefieren vivir con hombres o mover el culo por las calles, es decir disponer de la mayor parte de su tiempo, a pasar varias horas diarias aburriéndose, estultificadas realizando, para otros, trabajos no creativos embrutecedores que las convierten en máquinas, o, en el mejor de los casos – si logran acceder a un buen empleo –, codirigentes del montón de mierda.

La destrucción total del sistema basado en el trabajo y en el dinero, y no el logro de la igualdad económica en el seno del sistema masculino, liberará a la mujer del poder masculino.

3. El poder y el control: No pudiendo dominar a las mujeres por medio de sus relaciones personales, el hombre aspira al dominio general por medio de la manipulación del dinero, así como de todo lo susceptible de ser controlado con dinero, en otras palabras, manipulándolo todo y a todos.

4. El sustituto del amor: Incapaz de dar amor o afecto, el hombre da dinero. Se siente maternal. La madre da la leche. Él da el pan. Él es el Gana-Pan.

5. Proveer al hombre de un objetivo. Incapaz de gozar del presente, el hombre necesita una meta por delante, y el dinero le proporciona un objetivo eterno. Pensad en lo que se puede hacer con 80 trillones de dólares, invertidos, y en tres años tendréis trescientos trillones.

6. Proporcionar al hombre la máxima oportunidad para manipular y controlar a los demás: la paternidad.

La paternidad y la enfermedad mental (temor, cobardía, timidez, humildad, inseguridad, pasividad): Mamá desea lo mejor para sus hijos. Papá sólo desea lo mejor para Papá, es decir, paz y tranquilidad; desea que respeten sus caprichos de dignidad, desea presentarse bien (status) y desea la oportunidad para controlar y manipular a su aire., lo cual se denominará guiar si se trata de un padre moderno. En cuanto a su hija, la desea sexualmente, entrega su mano en matrimonio: el resto es para él. Papá al contrario de Mamá, nunca cede frente a sus hijos, pues debe, por todos los medios, preservar la imagen de hombre decidido, dotado de fortaleza, de perenne fuerza y rectitud. Nunca alcanza su meta, y, por tanto, le domina la falta de confianza en sí mismo y en la propia capacidad para lidiar con el mundo, y acepta pasivamente el status quo. Mamá ama a sus hijos, aunque a ven s se encolerice con ellos, pero Ja cólera se evapora en un instante y, aún cuando persista, no obstaculiza el amor ni una profunda aceptación. Papá, en cambio, emocionalmente enfermo no ama a sus hijos: los aprueba si son buenos, es decir, si son simpáticos, respetuosos, obedientes, serviles a su voluntad, tranquilos, y mientras no provoquen inoportunas alteraciones de ánimo siempre tan desagradables y molestas para el varonil sistema nervioso de Papá, facilmente perturbable. En otras palabras, si son tan pasivos como los vegetales, si no son buenos – en el caso de un padre moderno, civilizado (a veces es preferible el bruto furioso anticuado, a quien se puede despreciar por su ridiculez) – Papá no se enfada, pero expresa su desaprobación, actitud que, a diferencia de la cólera persiste e impide la aceptación profunda, dejando en el niño un sentimiento de inferioridad y una obsesión por la aprobación que durará toda la vida; el resultado es el temor al propio pensamiento, motivo inductor a buscar refugio en la vida convencional.

Si el niño desea la aprobación paterna, debe respetar a Papá, y dado que Papá es una basura, el único medio para suscitar respeto filial es mostrarse distante, inalcanzable, y actuar siguiendo el precepto según el cual la familiaridad alimenta el desprecio, precepto, por supuesto, cierto, si se es despreciable. Comportándose de manera distante y fría puede aparecer como un ser desconocido, misterioso, y, por lo tanto, inspirar temor (respeto).

Desaprobar las escenas emotivas produce el temor a sentir una emoción fuerte, el temor a la propia furia y al odio, y el temor a enfrentarse con la realidad, ya que la realidad revela la rabia y el odio; este miedo, unido a la falta de confianza en sí mismo y al conocimiento a la propia incapacidad para cambiar el mundo o para conmover aunque sea mínimamente el propio destino, conduce a la estúpida creencia de que el mundo y la mayoría sus habitantes son agradables, y que las más banales y triviales actividades son una gran diversión y producen un profundo placer.

El efecto de la paternidad en los niños, particularmente, es convertirlos en Hombres, es decir, defenderlos de todas sus tendencias a la pasividad, a la mariconería, o a sus deseos de ser mujeres. Todos los chicos quieren imitar a su madre, fusionarse con ella, pero Papá lo prohíbe. Él es la madre, Él se fusiona con ella; así, ordena al niño, a veces directamente y otras indirectamente, no comportarse como una niñita, y actuar como un hombre. El muchacho, que se caga en los pantalones delante de su padre, que – dicho de otro modo – le respeta, obedece y se convierte en un verdadero pequeño Papá, el modelo de la Hombría, el sueño americano: el cretino heterosexual de buena conducta.

El efecto de la paternidad en las mujeres es convertirlas en hombres: dependientes, pasivas, abocadas a las tareas domésticas embrutecedoras, simpáticas, inseguras, ávidas de aprobación y de seguridad, cobardes, humildes, respetuosas con la autoridad de los hombres, cerradas, carentes de reacciones, medio muertas, triviales, estúpidas, convencionales, insípidas y completamente despreciables. La Hija de Papá, siempre tensa y temerosa, sin capacidad analítica, sin objetividad, valora a Papá y a los demás hombres con temor (respeto). Incapaz de descubrir el vacío tras la fachada distante, acepta la definición masculina del hombre como ser superior, y la definición de la mujer, y de sí misma, como ser inferior, es decir, como hombres, eso que, gracias a Papá realmente es.

domingo, 18 de octubre de 2009

Falocrata VII - Bibiana Aido me enseñó...


MIP I - Los diez errores de ELLAS en la cama

1. No tener iniciativa.

Cierto como que 2+2=4. Por lo menos en las mujeres de mi generación (treinta y pico ahora) siempre he notado esa tendencia a dejarlo todo en manos del macho. Eso sí, igualdad y feminismo como las que más...


2. Hacer una mala felación.

Mucho se ha dicho que los dientes de las mujeres son el principal obstáculo para hacer una buena felación.
...


Me LoL con el comentario, ¿qué pretende, que les arranquemos los dientes y que luego tiren de prótesis y Corega Ultra?. ¿que nos liemos con viejas? El problema más que la mala felación es que muchas no quieren saber nada de felación, porque a las señoritas "les da asco". ¡Bravo!. Menos mal que su chocho no da asco y sabe a gominola de frutas del bosque.

3. Negarse a experimentar con prácticas o posiciones.

Lo de las posiciones no creo que sea cierto, siempre están abiertas a experimentar por ese lado aunque sean de costumbres fijas. Otra cosa son las prácticas, si no pasan por la felación como para pasar a mayores...

4. Excitarlos y luego decir adiós.

Casi sin comentarios. El motor del 90% del foro PL. Todas P y tal. Aquí nos podemos cebar horas. Como la vida misma, como el sol que sale y se pone, como el tiempo que transcurre, es una verdad intemporal.

5. No ponerse sexy.

No es cierto. Muchas mujeres comentan que pasan por delante de sus novios en tanga con pompón y éste les responde "quita zorra que Cristiano va a lanzar una falta". A ellas les gusta ponerse sexys. Otra cosa es que vuelvan como la oca al punto 4, entonces mal, muy mal.

6. Mentir y exagerar.

Si mienten en la relación diaria ¿qué no haran en la parte sepsuarl?. Son míticos los "me he corrido", "eres un campeón", "oh! menuda tranca que tienes", etc...

7. Cohibirse y reprimir sus fantasías.

Esto es falta de confianza en la pareja. Si hay confianza normalmente la mujer no se cohibe. Flojito este punto.

8. Que le ganen sus sentimientos.

A veces ellas pueden querer un poco más de cariño, de palabras o de abrazos luego del encuentro sexual porque así es su naturaleza en muchos casos,

Chicas, teneis que comprender que después del coito nos entra un sueño que pa qué, es algo natural, ¿no podéis esperar aunque sea media puta hora de siestita a que nos recuperemos? ¿es tanto pedir?

9. No jugar.

Creo que esto siempre se ha atribuido más a nosotros que a ellas. Si la tía no quiere jugar es ya un caso desesperado o bien que no le pones. En ese caso es mejor abandonar el barco.

10. Hacer el amor o tener sexo sin quererlo

Todos hemos tenido un mal día, pero muchas mujeres prolongan ese día durante semanas. El reloj biológico de nuestra pareja podría y de hecho no suele coincidir con el nuestro. Sin embargo a mí me vienen y yo no tengo ganas y aún así cumplo como un campeón (parezco Filimbi) porque soy así de rumboso y cariñoso. Pero ellas no, parece que te están haciendo un favor, que no eres más que un gañán que está deseando vaciar el cálamo, un embrutecido que se deja llevar por sus instintos. Cosas de la líbido.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Marco Polo I - Atracción selectiva

Sex Code o las teorías seducionistas basadas en la Ciencia, funcionan. Así de simple, son psicología pura y dura.

Más allá de las palabras, alguien perspicaz se guía de los hechos, por mucho que en un foro, libros o palabras de tías le digan lo contrario.

Las palabras pueden mentir, los hechos nunca. Y tengo una edad donde he visto miles de mujeres negar por activa y por pasiva actitudes de las que luego han sido presas... porque no están sujetas a poder elegir cuando se les activan los interruptores que las "ponen".

Esto que suena simplista es tan cierto y tan "frágil" que ninguna mujer reconocerá ser una presa tan fácil ni que los hombres hayamos decodificado a la mujer y que por fin sepamos qué quieren y qué no y lo que es mejor: cómo conseguirlo.

Y los hechos están basados en biología pura y dura. Las mujeres los tienen grabados a fuego en su ADN, les guste o no. Y un hombre que adopte patrones de macho alfa gustará a la mujer, aunque ella no quiera. PUNTO

a mi me sería más fácil haber nacido gay, pero aunque me joda, aunque lo niegue, aunque le diga que no, aunque repita mil veces que puedo controlar lo que me gusta... suspiro por esa teen rubia de generosas curvas con sonrisa y aliento a chicle de fresa.

Porque la belleza de una mujer es la representación de su fertilidad: nos gustan jóvenes porque aseguran descendencia, nos gustan con curvas generosas (tetas) porque a nuestra psique le dice = buena amamantadora para nuestra prole, nos gustan con proporción correcta de cintura-culo porque asegura estabilidad durante el parto, etc. etc.

del mismo modo ellas quieren tíos DOMINANTES, agresivos, chulos, porque denotan ser jefes del grupo, tener rasgos por encima de la media y ellas desean esos genes para su prole.
quieren tíos cuadrados como gladiadores porque eso denota seguridad y fortaleza para defender a sus hijos
eligen a tíos con pelo en la cabeza porque es un indicativo de juventud y que durará lo suficiente como para salvaguardar el grupo
quieren tíos con pasta, poder, dinero influencia porque es la analogía de un proveedor que tiene recursos y ha demostrado saber ganarlos, ha demostrado saber cazar y traer carne a casa...

Pero sobre, por encima de todas las cosas, ellas se derriten por los hombres promiscuos.
Es lo que se conoce en las teorías seducionistas como el interruptor de pre-selección.

Un verdadero macho alfa, un MAG es aquel que fornica con todas y si otra le ha elegido antes, una mujer inconscientemente cree que señal de que es bueno.
Ellas quieren el que quieren las demás.

Mientras a nosotros nos vale casi cualquier tía para follar (arriesgamos 5 minutos), ellas están programadas para escoger sólo a los mejores (arriesgan 9 meses).

¿razón? un hombre puede fecundar 70.000 hijos pero una mujer jamás de 50.... ¿no es abismal esa diferencia? un hombre puede dejar sus genes en 70.000 seres pero una mujer no en más de 50.

Por tanto la naturaleza las programa para elegir, para pirrarse, para enamorarse de tíos cabrones, agresivos, muy cachas, ricos, con recursos, inteligentes, jóvenes pero con recursos.... así los quieren ellas.... porque ELLA desea que los genes de ese ganador promiscuo pasen a sus hijos y su HIJO sea a su vez otro cabrón promiscuo follador como su padre, porque de ese modo ella podrá perpetuar sus genes, los que le ha pasado a su hijo.

¿alguien ha leído el best-seller EL GEN EGOÍSTA? pues ya podéis empezar...


Somos presas de nuestros impulsos y el gustarte alguien no se elige, ni para bien ni para mal.
Podremos escribir mil veces esto o lo otro o lo contrario pero luego salid a la calle y comprobad que nada a cambiado ¿de verdad creéis que somos tan distintos al resto de mamíferos?

en todas las épocas y civilizaciones los machos alfa han sido quienes más han follado y los débiles, flacuchos, enfermizos, feos, pobres han muerto vírgenes sin "contaminar" con su mala genética a ninguna mujer que los descartó quedándose con los pocos ganadores que las fecundaron a todas.


LA ATRACCIÓN ES SELECTIVA Y NO PODEMOS HACER NADA PARA CAMBIARLA, PORQUE ESTÁ GRABADA A FUEGO EN NUESTRAS HORMONAS

(bueno sí, cortándonos los huevos y dejando de producir testosterona volveremos a tener el apetito sexual de un niño, pero ¿quién quiere eso?)

Neutral Malvado XI - De la estupidez y la preñez

La preferencia sexual de las mujeres por los varones más agresivos pudo tener su utilidad allá por la era de las cavernas, cuando para sobrevivir en un medio hostil y primitivo hacían falta machos agresivos y tal. El problema es que en una civilización hipertecnificada como la nuestra, sobre la que se cierne la amenaza nuclear, medioambiental, bacteriológica, etc; que las mujeres sigan prefiriendo quedarse preñadas de los machos más agresivos y egocéntricos debería ser motivo de alarma en la OMS y en la mismísima ONU. Ya he leído a varios científicos (antropólogos, etólogos, etc.) alertando sobre el peligro que entraña que las mujeres sigan prefiriendo a los chulos y prepotentes como sementales. Sobre todo las mujeres de alto primitivismo (nivel educativo bajo, países tercermundistas), que son, mira por dónde, las que más se reproducen.

Por ejemplo, hay un polémico estudio de hace unos años que correlaciona el nivel socioeconómico de un país con el CI medio de sus habitantes. A partir de este estudio, se han hecho pronósticos que apuntan a que el CI promedio de la humanidad irá descendiendo en los próximos años, dado que la tasa de natalidad es más alta en países pobres con un CI promedio más bajo.

Total, que las mujeres que más se reproducen son las zorras primitivas, barriobajeras o tercermundistas, que eligen a machos también primitivos, buenos trapicheando con drojas o liderando carteles de narcos, que a su vez tendrán hijos igual de retrasados y maleantes, etc.

O la ONU se pone en serio a controlar la natalidad de las zorras más descerebradas, o la humanidad se va al carajo en menos de 50 años (por eso todos deberíamos estar de acuerdo con que se dispense la píldora postcoital en las farmacias incluso a zorras menores de edad para que la estupidez no se reproduzca), porque dentro de 50 años los que van a tener el dedo sobre el botón van a ser los hijos y nietos de los maleantes Duque-style que hoy en día se corren en los coños de estas zorras del nuevo milenio. Preparaos para la hecatombe nuclear, sanitaria y virológica (lo de la gripe A es sólo el preludio de lo que nos espera).

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Falocrata VI - Manifiesto contra la ginecocracia

LLAMAMIENTO A UNA HUELGA GENERAL INDEFINIDA DE MIEMBROS CAIDOS.
¡Resentidos contra la Ginecocracia y el Feminazismo, unios!
(A partir del 14 DE OCTUBRE DE 2009)

Si estás harto de que te discriminen...
Si estás harto de que se rian de ti...
Si estás harto de no poder ver a tus hijos...
Si estás harto de que te amenacen con falsas denuncias...
Si estas harto de la mezquindad, de la estupidez, y de la mala hostia de la f'émina española, apoyada por un gobierno que es una GINECOCRACIA FEMINAZI...

ENTONCES este manifiesto ES PARA TÍ.

EXPOSICIÓN DE MOTIVOS (Es un poco largo pero merece la pena)

Somos ya muchos, muchísimos, y ya estamos hartos:

-Hartos de que digáis “Yo busco un chico sensible, que me haga reir, lo importante es el interior ”.¡Y una mierda!. Lo que buscáis por instinto biológico es un fulano al que poder manipular, pero que os tenga en un pedestal, que no os agobie, pero que no sea un pasota, que os cuide pero que no os atosigue. Y cuando, al fín conseguís anularle la voluntad al chaval (“ya cambiarás” que decís siempre) os resulta aburrido, tedioso en extremo, y buscáis al primer gilipollas que aparece por allí.

-Hartos de que, en una relación fallida, el 95% de las veces, seamos nosotros los culpables ¿Culpables de que? ¿De buscar amor, como cualquier persona? ¿De creer en que se puede tener a alguien al lado maravilloso? Siempre somos los cabrones, los infieles, y los rompe corazones. No bonitas, no. Eso funcionaba con el machista del franquismo: Nosotros somos más jóvenes, bastante más tolerantes, y con bastante más cabeza. Aquí en España, a día de hoy, sois VOSOTRAS las que manejéis el cotarro, y el hecho de que haya mucho cabrón macarra no os da derecho a tratarnos como nos tratais: Nosotros somos los pringaos que os llevamos las bolsas de la compra, los que siempre decimos “Si mi amor”. Somos los que aguantamos vuestros chistes feministoides sin gracia en el curro, a todas horas, con cara de circunstancias, porque no somos macarras ex-convictos. Somos los pringados que os arreglamos el ordenador, el papeleo de hacienda, y somos nosotros los imbéciles redomados que compartimos nuestra vida con vosotras, creyendo que no sois mezquinas, si no tías maravillosas, con la esperanza de tener alguien bueno al lado, y una vida feliz (efectivamente:Ni más ni menos que vosotras).

-Hartos de vuestra lógica difusa, de que no uséis simplemente frases cortas y con meridiano sentido, si no juegos verbales de lo más absurdo. Frases prácticas provístas de un doble sentido, casi críptico que tenemos que descifrar por riesgo (y miedo, claro) a que os cabréeis con nosotros porque no somos putos adivinos.

-Si repasáis la literatura universal, veréis que siempre hay un gilipollas que la fastidia por amor. La amada ya puede ser una tía repelente, calculadora, o veneno puro, que el hombre como un bobo idiota, siempre post-pone sus ansias de conocimiento, de libertad y de compartir, por una mujer, o por un ideal (craso error en ambos casos). Ese el puñetero leit-motiv de toda la historia universal. ¿La mítica guerra de Troya? Por una chavala que lo único que quería era que le dijesen “Que hermosa eres” ¿Por que las cruzadas? Porque a las señoritas les daban miedo los “sarracenos”. ¿Por que la conquista de América? Porque aquí las campeonas se empeñaron en querer perfumes, y como la ruta estaba cortada, por donde estaba, pues hubo que liar la que se lió ¿El colonialismo? Porque las señoritas de la corte querían diamantes para sus diademas, maderas de Africa para sus camastros, porcelanas, y sedas del lejano oriente…y etc, etc, etc…
¿Cuando la mujer, salvo contados casos, se ha sacrificado de esa manera por la persona amada, querida, estimada, que no sea hijo/a suyo? CASI NUNCA
Al leer este “CASI NUNCA” es donde Aurora y Patricia en la oficina, o Paqui y Marisól, en el Instituto (en esos descansos tan suyos, que más que descansos parecen días de asuntos propios) ponen cara de indignación mutua, y piensan “Ayyy, no chica, aquí si que no…lo que han escrito esto son unos machistas, pero machistas, machistas…o sea ¿Machistas, sabes?”.

-Hartos del Canal Cosmopolitan, del refresco Vitalinea, del anuncio de ligeresa, del de Font-Vella, de todos esas estupideces que lo único que hacen es perpetuar el tópico de lo idiotas que sois, pero haciendo que creáis que es lo más vanguardista, lo más progresista, y lo que realmente hace progresar el mundo. Hartos de las pasta,miles de millones, que os gastais es chorradas, y chorradas de objetos,trapos,revistas,maquillajes, y gilipolleces varias. Y no, eso de “Es que nos tenemos que poner guapas para vosotros que nos lo exigís”. Eso tampoco cuela. Os poneis “guapas” ,en muchos casos inutilmente, para conseguir el piropo facil.El piropo,la adulación,el “estar por encima de” es vuestra verdadera meta, vuestro anhelo vital y moral más profundo. ¿ante esto que se puede hacer o decir?
Apenas nada. Bueno, si:Que estamos hartos de pagar el gimnasio, para gustaros a vosotras, cuando lo único que quereis es decir “Mira ese es mi chico: Yo le convencí para que se cuidase, antes era un Don Nadie”. Nosotros seremos Apolos hiper-metrosexuales de una belleza deslumbrante, cuando vosotras seáis como Elsa Pataki y vistáis sólo lencería fina, no te jode. Cada vez que abrís la boca nos recordais “Los sueños eróticos masculinos no existen, tontos”.
A lo que nosotros respondemos “Los cuentos de hadas tampoco existen, brujas”

- Hartos de machismo. Si, no es broma: Estamos hartos de los maltratadores asesinos, que no sólo matan de manera cruel y condenable, si no que además de dar mala imagen a muchos hombres os sirven a muchas de vosotras como coartada. Si, no pongáis esa cara de asco que os lo vamos a explicar: Estamos hartos de como muchas de vosotras os aprovecháis miserablemente de una circunstancia tan terrible como es la violencia, para querer llevar las cosas a vuestro terreno. Puteais tanto a los hombres, que los hay que se vuelven locos, y prefieren pasar el resto de su vida en la carcel que aguantando TANTA MIERDA. Hartos de ver como muchos padres, por una denuncia falsa, no van a volver a ver a sus hijos en lo que les queda de vida. Hartos de ver como más de una víbora ha dejado a más de un hombre en el arroyo, sin absolutamente nada, por, en muchos casos, denuncias falsas. Denuncia que muchos magistrados no se atreven a investigar a fondo, suponemos, por temor a que se les echen encima algunas militantes exaltadas que, queriendo ver un caso de machismo, realmente le están haciendo un favor a una mentirosa criminal.

- Hartos de, salvo excepciones contadas, de vuestra simpleza de raciocinio, vuestro gusto por la adulación, por el cotilleo, y por el trampeo laboral. Hartos de ver a tipas que no saben ni hacer la “O” con un canuto ocupar puestos de responsabilidad desde los cuales lo único que buscan es prestigio, poder, y hacer que se cumpla su voluntad. ¿El feminismo no era superar el antiguo prototipo de machista, totalitario, cerril, y cabezón? Pues muchas de vosotras estáis, precisamente, más cercanas al sargento golpista Tejero, o a Jesus Gil, que a Gandhi o Albert Einstein:No hay diferencia, como alguien dijo, entre un jefe de la sanguinaria Guardia Mora de Franco y muchas de las que se consideran feministas radicales de pancarta, verborrea incendiaria, pero con sueldo pagado por la concejalía de turno o Papá Estado : Tanto el jefe de la Guardia Mora, como muchas concejalas de la mujer (sic) se basan en el gusto por el prestigio social adquirido, y el que se ha de adquirir, ambos tienen un lenguaje violento y macarra, y ambos pretenden imponer una ideología supuestamente justa y equitativa, pero siempre desde su punto de vista, y con la excusa de llevarse un buen pellizco y buscar un chivo expiatorio. Las cosas así sólo se enmarañan, crean confusión, dolor, e injusticia, pero desde luego NO SE ARREGLAN.

En resumen:

-Hartos de hipocresía, hartos de mentiras, de engaño, de perder nuestra vida, esperanza e ilusión con quien no se lo merece. Hartos de ser meros juguetes en manos de una sociedad de manipuladoras a gran escala, en donde la mentira, el odio ,y la búsqueda de beneficio es vuestra ponzoñosa esencia, y vuestra bandera, de la que aún encima hacéis gala orgullosa.

¡Si estás en alguna de las situaciones antes descritas, actúa, no te quedes parado!
Por eso, nosotros, un grupo de 15 ciudadanos, proponemos a cualquier persona interesada, una huelga general indefinida basada en la resistencia pasiva y la no acción a partir del próximo día 14 de octubre.

- Si tu novia te llama ese día, hazle saber que estás en huelga, y no quedes con ella.
Háblale claramente de lo que tu consideras un abuso, y que reflexione.

- Si el 14 de octubre trabajando, alguna compañera tuya hace algún comentario sinsustancia, tipo “Oiggg, es que como sois los tíos” , “Todos sois iguales” , “Nosotras somos más listas, los dicen las encuestas” hazle saber que los resentidos del mundo estamos en huelga, que el hecho de que seamos tíos no quiere decir que seamos lerdos y que aceptemos cualquier tipo de abuso u atropello. Hazles saber que el resentimiento crece día a día, y que ya son cientos de miles los hombres españoles que están hasta los cojones de tanta hipocresia.

-A lo mejor ese día te casas. Seas tío o tía piensa bien, y objetivamente, en todos los momentos dificiles que has tenido que pasar aguantando a los padres de tu pareja, piensa en sus colegas que te caen mal. Acuérdate de cuando los de su familia te liaron para lo del piso, y de lo que vas a sacrificar en tu vida o en el mundo que van a heredar tus hijos e hijas si es que piensas en tenerlos. Echa un órdago: Echale valor, y plántate. Pide que, con el contrato de matrimonio, se haga una especia de contrato de buena voluntad por ambas partes, algo así como un acuerdo para evitar en lo posible que, en un futuro, cuando el amor se disipe y la rutina y mezquindad invadan tu vida en pareja, te la lien con la excusa de “Ya no es como antes” o “vamos a darnos un tiempo”

- Haz de esta idea de huelga algo tuyo, aporta nuevas formas desde la resistencia pasiva, distribúyela, mándala por mail, posteala en tu blog, fotocópiala, amplíala: Esta reivindicación es de todos.Un movimiento sin cabeza visible, sin lideres, sin ideas políticas.La única victoria será la justicia, o cuanto menos que se den cuenta de que con esa actitud no van a ningún lado.

Y a vosotras decíos para terminar trastocando un poco lo que dijo Unamuno a los fascistas “Convenceréis…pero vencer, de seguir así, no vais a vencer ni de coña”.

domingo, 20 de septiembre de 2009

jueves, 17 de septiembre de 2009

Falocrata IV - Poesía

QUÉ SABES TÚ...

¿Qué sabes tú, qué sabes tú apartada
injustamente en tu cruel pureza;
tú sin vicio, sin culpa, sin bajeza,
y sólo yo lascivo y sin coartada?

Rompe ya esa inocencia enmascarada,
no dejes que en mí solo el mal escueza;
que responda a la vez de mi flaqueza
y de que tú seas hembra y encarnada;

que tengas tetas para ser mordidas,
lengua que dar y nalgas para asidas
y un sexo que violar entre las piernas.

No hay más minas del Bien que las cavernas
del Mal profundas; y comprende, amada,
que o te acuestas conmigo o no eres nada.

Tomás Segovia

Neutral Malvado & Saca al tarado

Neutral Malvado:
Jamás debes subestimar el potencial que tiene una fantasía sexual para convertirse en realidad. Toda fantasía es un deseo larvado, y todo deseo larvado propende a hacerse realidad, si no de manera completa, sí de manera parcial o fragmentaria. La mujer que sueñe con ser violada será propensa a flirtear con machos agresivos o a mostrarse renuente al sexo para que ellos la fuercen; la mujer que sueñe con follarse a un tío de uniforme será propensa a menear más el culo o a acariciarse más el pelo cuando esté en presencia de un policía; la mujer que sueñe con ser follada por un macaco como el tal Rafa Mora será propensa a acercarse a macacos del mismo estilo para decirles: "Tío, eres un chulo y un prepotente y no soporto a los tíos como tú" mientras el coñito le chorrea, etc.

En segundo lugar, las mujeres no estáis legitimadas para decir "tranquilo, es una fantasía inofensiva", porque tenéis escasa capacidad de control o de decisión sobre vuestra propia vida y porque sois las primeras en no tener ni puta idea de lo que vais a hacer mañana. Las mujeres os sobreadaptáis a las circunstancias, sin tener que desechar razonamientos a priori (la mujer rara vez hace razonamientos apriorísticos), ni hipótesis (la mujer rara vez se arriesga a emitir hipótesis, su palabra favorita es "depende"), ni ideologías (la mujer adopta la ideología del macho que la mantiene), ni proyectos (¿conocéis a alguna mujer que tenga claro lo que quiere hacer con su vida aparte de buscar pareja en el meetic?), de manera que si la fantasía sexual femenina se va a hacer realidad o no no depende de vosotras, sino de los hombres con los que os topéis en el camino. Son los varones los que proponen un escenario o una narración (seducir a mujeres tiene mucho que ver con saber crear una narración de la que ellas quieran formar parte) y son ellas las que entran directamente a beneficiarse de la infraestructura narrativa (o económica, o social, o patrimonial, o inmobiliaria, etc.) montada previamente por el varón.

O sea, que vosotras no tenéis ni puta idea de si vuestras fantasías son inofensivas o no, porque delegáis vuestra sexualidad en el varón, porque como mujeres sois criaturas puramente circunstanciales, coyunturales, amorfas, amorales, asistemáticas, etc. Si vuestras fantasías sexuales se van a hacer realidad o no depende única y exclusivamente del rango del varón con el que estéis y de su habilidad para haceros descender a los infiernos, no de vuestra voluntad ni de vuestros principios (que no tenéis).

El caso es que no voy a tolerar que una mujer me venga con el rollo del "me froto el clítoris pensando en macacos como Rafa Mora, pero no os creáis, que es una fantasía inofensiva y en realidad no soporto a los tíos chulos y prepotentes", porque está claro que sólo hace falta que un macaco egocéntrico se plante delante de ella y se ponga a vociferar: "nano, a ver, nano, yo estoy muy bueno y todas las tías quieren estar conmigo, vale, nano?" para que ella se le agarre a la polla y él no se la pueda quitar ni con aguarrás.

Saca al tarado:
La comunión diaria con ruedas de molino es uno de los deportes favoritos de las hembras, aunque como espectadoras, claro, que sean otros quienes se atraganten.

Esa pretensión de hacer creer contra viento y marea que los macarras, chulos, asertivos-agresivos, violentos, etc. les ponen pero poco, lo justo para hacerse un dedo, enlaza con otro de esos peculiares caracteres femeninos que es pretender una desconexión total entre causa y consecuencia, especialmente en el campo moral que es uno de los más cenagosos para ellas.

A una parte muy significativa de las mujeres les ponen semejantes tipos, con su pack completo de actitudes, bravatas y chulerías. Sus potorros chorrean y sus bragas cobran vida propia queriendo abandonarlas porque por una parte consideran que todo eso es parte del espectáculo único, personal e intransferible que se escenifica para ellas: "gallea por mí", "se pavonea por llamar mi atención", "le ha roto la cara a aquel tipo porque soy su hembra y me ha mirado", "me rompe el culo con violencia porque soy suya". A las mujeres les ponen estos individuos debido a que piensan, como de costumbre, que todo les va a salir gratis y se embarcan alegremente en ese tipo de relaciones a causa de esa puerilidad permanente que las caracteriza, siempre pensando que todo en este mundo se amoldará como un guante a sus deseos, y eso suponiendo que en realidad sepan lo que quieren, que no está nada claro.

Con estas cenutrias siempre hay que intentar ser pedagógico, aunque la mayor parte de lo que se les diga va a ser como predicar en el desierto. A ver si de una vez les entra en la cabeza que si se meten en un zarzal lo normal es que salgan con la ropa rasgada y unos cuantos arañazos aunque ellas piensen que van a ser capaces de cruzarlo levitando.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Saca al tarado IV - La clienta

Les sugiero que echen un vistazo a la cartelera de cine de este viernes. Se estrena a bombo y platillo "La clienta", película de la que probablemente sea perfecta muestra su cartel: cincuentona de buen ver se recuesta juguetona sobre un diván mientra en primer plano se ve la mano de un hombre, desnudo de cintura para arriba, que se introduce unos billetes en el bolsillo. Los pantalones son unos vaqueros, clara sugerencia de que se trata de un hombre joven, probablemente entre los veintipocos y los treinta y alguno.

Ella se muestra, cómo no, divertida, probablemente tanto como la directora de la película al parir el asunto, quien ha pretendido -afirma- reflexionar no sólo sobre la prostitución masculina sino acerca de la soledad de las mujeres.

Después por tanto del bombardeo mediático acerca de lo repugnante, asquerosa, alienante y esclavista que es la prostitución; tras recibir día sí y día también mensajes relativos a que el hombre que recurre a ella es un individuo emocionalmente insuficiente, sentimentalmente lastrado y socialmente apestado llega este cartel para decirnos bien a las claras que en cambio ellas lo que buscan es compañía, que no está mal echar una canita al aire, que ellas son modernas y liberadas, que el asunto puede ser incluso divertido; tal vez la película nos cuente en el fondo que para la coñocracia está bien recurrir a un gigolo, porque seguro que en tal caso no es vicio sino terapia, claro.

En definitiva, una vuelta de tuerca más de estas hijas de puta, y las que quedan.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Eraser I - Voy a destruir tu vida...

Voy a destruir tu vida, sí la tuya, voy a arrancarte la ilusión, las ganas, y someterte a mi, porque yo lo valgo, porque es lo que se espera de mi y porque no eres más que un imbecil más que pasará por mi vida para servirme de él. Esa soy yo, la mujer que te privará de tus amistades en aras de "mi amor", la que te hará ir de mala gana a trabajar sabiendo que mientras tu curras yo trago calipos de lomo como una loca, la que alega que es extrovertida cuando zorrea con cualquiera y la que es liberal cuando te adorna la cabeza con relucientes cuernos.
Tú, no eres más que mi pagafantas, allí estabas tu, en aquel infecto piso compartido, siendo un hombre más, libre y despreocupado, respetado por tus iguales y siendo más que eficiente en tu trabajo. Eras amigo de todos, pero aun no sabías que yo estaba aquí.
Rapidamente vi que carecias de caracter, que eras un calzonazos, eras un juguete listo para estrenar y revolcarme en mi orgiastica imaginación manipulando y trastocando todos los aspectos de tu vida, era muy tentativo, era la cara del pecado, dios dispuso que abusara de ti en todo, así lo quiso poniendote en mi camino. No serás el último, pero si que serás el primer imbecil.
Aquel día que hubo que contratar gente y ME CONTRATARON A MI, por ser mujer, por ser la chica, por ser una princesita que va a comerse el mundo y lo que haga falta.
Así hice que tu vida y tus decisiones giraran en torno a mi, así te hice pisar a tus compañeros para mi, para deleitarme, para sentirme importante, para tenerte en mis garras y lanzar mi final y devastador ataque, un ataque que destrozaría tu vida la pondría patas arriba y sería lo más parecido a un huracan que un jodido pagafantas como tu merece y debe darme a mi.
Así fue como supiste, una vez en mi red, una vez poseido, que yo era la puta de tomo y lomo que todos te decían. Que tenía novio en otras tierras y "también lo quería", eras tan pagafantas que lo "respetabas", eras tan divertido que desaparecí de tu vida para hacerte arrastrarte para mi. Eres tan inservible que te hice persona non grata en tu trabajo por estar todo el día conmigo.
Cuando estuve bien satisfecha por inflar mi ego, por sentirme dueña y señora de tu vida y destino, después de cansarme del calipo de lomo de "mi otro novio" y viendo él que no soy más que una zorra insoportable, paso a mi plan: no es otra cosa que usar mi otra opción, TÚ, tu eres mi segundo plato, que soportarás mi mierda y tragarás con todo, porque eres mio. Dejarás tu casa y te vendrás conmigo, dejaras tu vida, pagarás mis gastos, mantendrás el piso, pagarás mis deudas y yo a cambio te daré racionadamente sexo. Yo seguiré zorreando con cualquiera, a cualquier precio, yo seguiré porque ya te tengo, y tú tragarás, pasarás por el aro y serás lo que siempre has sido desde que me viste MI JUGUETE.
No harás caso de tus amigos, harás oidos sordos de mis aventuras, cerrarás los ojos cuando me veas comiendome cualquier polla, pasarás por alto cualquier salida de tono poniendo de cabrón para arriba, porque yo soy tu dueña, porque sin mi TU VIDA NO TIENE SENTIDO, porque soy lo más importante de tu triste vida, PORQUE YO LO VALGO.
Quería sentirme importante, queria darme cuenta que soy capaz de hundir a un hombre, arruinar una vida, manipularla, porque yo lo valgo.

Neutral Malvado IX - Miedo a los coños

¿Hay miedo a los coños?

La mayoría de tíos vais a responder que no, que cómo vais a tenerle miedo a algo que os queréis follar, que en los coños hay que entrar y punto. De acuerdo, pero tened en cuenta que pensáis eso porque estáis cegados por el deseo sexual testosterónico y por el machismo patriarcal judeocristiano.

En realidad, por debajo de nuestro deseo sexual y del machismo imperante, existe un miedo ancestral al poder primitivo de los coños.

Vamos a diseccionar ese miedo. Hay 8 razones de peso por las que deberíamos ir con cuidado al enfrentarnos a un coño:

1. Zonas erógenas recónditas y desconocidas:

Si ya fue traumático descubrir que el clítoris tiene mayor concentración de terminaciones nerviosas que el pene, más traumático resulta que se hayan descubierto nuevas zonas erógenas como, ya no sólo el punto G, sino, según Desmond Morris, también el punto A y el punto U. Hay que joderse. A medida que se vayan descubriendo más y más zonas erógenas en ese abismo infernal llamado coño, irá haciéndose más y más difícil satisfacer a las mujeres en el futuro. Ya me veo dentro de unos años a unas cuantas zorritas liberadas de alguna teleserie titulada "Sex in the City 2021" diciendo: "He mandado a paseo a Steve porque aunque me estimulaba bien el clítoris y el punto G, no tenía ni idea de dónde estaba mi punto A ni mi punto U, además de que su pene era demasiado pequeño para estimularme el cuello del útero y darme el orgasmo uterino que yo me merezco", a lo que las zorriamigas responderán con risitas burlonas y brindis festivos en un bar de la Quinta Avenida. (Por cierto, el punto A tiene mucho que ver con el orgasmo cérvico-vaginal del que tantas veces he alertado en este foro, mucho más violento y satisfactorio que el orgasmo clitoriano, que a la mayoría de mujeres les provoca crispación sensorial e hipersensibilidad postorgásmica). Pero en fin, no me digáis que no es acojonante que en esa raja insaciable haya tantas y tantas zonas erógenas a estimular. Y las que quedan por descubrir... Dentro de nada para follar habrá que llevar un puto mapa.

2. Dilatación vaginal y profundidades insondables de un coño. Las 3 leyes de la mecánica genital:

Las leyes de la mecánica genital nos dicen que los coños siempre ganan a las pollas.
  • La primera ley de la mecánica genital nos dice que, dados unos genitales masculinos y unos femeninos, cualquiera que sea el estado de los genitales masculinos, los genitales femeninos siempre ganan. Por ejemplo, pene erecto versus coño, gana coño porque devora al pene. Pene fláccido versus coño, gana coño porque su propietaria piensa: "Gatillazo. Menudo maricón, ya verás cuando se lo cuente a mis amigas, jijiji". Es como un juego de piedra-papel-tijeras con dos contendientes (coño-polla) donde siempre gana el coño.

  • La segunda ley de la mecánica genital nos dice que, dado un pene erecto y un coño húmedo, el coño devora al pene por completo sea cual sea el tamaño del pene. Los consumidores de porno habréis visto que ellas se meten cualquier polla en el coño, da igual que se trate de una pichita torbellinesca o de una macropolla nachovidaliana.



    Por muy grande que sea una polla, el coño siempre la devora hasta la base, dejando sólo los huevos en el exterior. Esa pichita vuestra de la que os sentís tan orgullosos será engullida por el coño de una fémina hasta el punto de que al miraros os veréis castrados. Digamos que durante el coito, el macho se convierte en un eunuco por un instante. Los genitales femeninos, en cambio, conservan su integridad anatómica: Ellas ganan.

  • La tercera ley de la mecánica genital nos dice que, dado un coño y un número de penes superior a uno, el coño los podrá engullir a todos a la vez siempre y cuando los propietarios de los penes no tengan demasiados reparos de cariz heterosexual. Es decir, para una mujer es sumamente fácil meterse 2 ó 3 pollas a la vez en la vagina (incluso en el ano).



    Si no vemos más a menudo las dobles penetraciones vaginales (o anales) es porque dos tíos heterosexuales jamás aceptarán meter la polla a la vez en el mismo coño notando más el roce de la polla del otro que el de la vagina de ella. Pensad que cualquier forera tipo Candela o Niandra podría follaros por vía vaginal de dos en dos, sin apenas despeinarse, para luego volver tan tranquilas al foro, finas y modositas, a contar que una vez se follaron a dos tíos a la vez pero que prefieren a su novio. Véase si no la práctica del fist-fucking o a aquella furcia que se mete la cabeza de un tío por el coño. Los coños son aberturas abominables que se dilatan indefinidamente.



3. El mito de la vagina dentada y miedo a la castración:



Hay varias culturas que tienen leyendas sobre mujeres con vaginas dentadas. El objeto de tales leyendas era disuadir a los varones de tener relaciones sexuales con mujeres desconocidas. El mito de la vagina dentada se alimenta del miedo a la castración. Según el psicoanálisis freudiano, los varones sufrimos angustia de castración durante los primeros 6 años de vida, especialmente cuando nos vemos embargados por el deseo edípico de matar a nuestro padre y follarnos a nuestra madre (con el consiguiente miedo a que papi nos descubra y nos corte la pilila). Hay madres que intuyen el conflicto edípico y amenazan al niño diciendo: "Pórtate bien o te cortaré la colita". También según Freud, la visión de los genitales femeninos durante la infancia acentúa la angustia de castración debido a que el niño entiende que la niña no tiene pilila porque ha sido castrada. Esta angustia de castración reaparece en la etapa adulta cada vez que la mujer a la que amamos se folla a otro macho. Es como si la hembra que nos pone los cuernos nos castrase. Pero el fantasma de la castración no es gratuito ni injustificado. La castración es tan antigua como la humanidad. Basta echar una mirada sobre la historia: eunucos, castrati, esclavos negros castrados, vencedores que castraban a vencidos, etc. La amenaza está ahí... El caso de los eunucos es particularmente interesante: Hombres castrados para servir a las concubinas de un harén. Es como si el hecho de servir a una mujer llevase ineludiblemente a la pérdida de pene y testículos. No es de extrañar, por tanto, que en las fantasías sexuales masculinas de dominación femenina (recordemos que el 70% de los varones tiene fantasías sexuales de dominación femenina), uno de los temas más socorridos es que la mujer castre a su marido cornudo para tener relaciones sexuales con un macho ciclado de gimnasio, al que ellas llaman "hombre de verdad" (en inglés "Real Man").

4. Miedo al poder procreador de los coños y trauma del nacimiento:

Una de las revelaciones más perturbadoras de la infancia es cuando nos dicen que los niños no vienen de París sino que salen de los coños. ¿Cómo? ¿De los coños? Y uno se visualiza ya mayorcito, con 4 ó 5 años, saliendo del coño monstruoso de una mujer gigantesca. Para la mentalidad de un crío es muy inquietante que los genitales femeninos tengan ese poder creador de seres humanos.



Además, todos hemos experimentado el trauma del nacimiento, todos provenimos de un coño en el que ya no cabíamos. Decía Otto Rank que el nacimiento es la fuente básica de ansiedad de los seres humanos. No sé si habéis tenido alguna vez ese sueño en el que vais por unos pasadizos que se van estrechando cada vez más hasta que tenéis que agacharos para pasar y llega un momento en que el pasadizo es tan estrecho que ni siquiera os cabe la cabeza y os quedáis encallados sin poder avanzar ni retroceder. Pues ese sueño es una reminiscencia del trauma del parto. En la etapa adulta ese miedo al coño-creador-de-niños parece desvanecerse, aunque sigue residiendo en lo más hondo de la mente y se reactiva cada vez que el condón se nos rompe o ellas se olvidan de la píldora. El solo hecho de que de un chumino salgan criaturas glotonas que pueden hundirte tanto financiera como emocionalmente debería ser razón más que suficiente para equiparar los coños al vampiro de Düsseldorf o al carnicero de Rostov.


5. Variedad de mucus y segregaciones vaginales:



¿Cómo no tenerle miedo a un órgano que segrega muchos más fluidos que nuestras humildes pollas? Las braguitas de las féminas se quedan totalmente empapadas al cabo de pocas horas de haberse duchado y cambiado. Los hombres necesitaríamos una semana entera para ensuciar los gayumbos tanto como ellas ensucian las braguitas en sólo 12 horas. Los coños segregan un amplio e inabarcable surtido de fluidos y mucosidades que hacen palidecer a nuestras pililas. Según las últimas investigaciones, un coño produce mocos F, mocos G, mocos L, mocos P2, mocos P6, mocos S, gránulos Z, sangre y coágulos menstruales, fluidos de las glándulas de Bartolino, fluidos de las glándulas parauretrales de Skene... Apabullante. Pensad que si una polla quedase atrapada en una vagina durante todo el ciclo menstrual, acabaría desintegrándose por el efecto corrosivo de los ácidos chochiles combinados. Pero es que el zumo de coño también tiene proteinas y minerales. Según un estudio de una universidad norteamericana, un varón en huelga de hambre que ingiriese tres vasos de fluidos vaginales al día podría sobrevivir indefinidamente gracias al altísimo aporte calórico y nutricional que hay en el jugo de coño. Ante el fuerte carácter mucoso y olfativo de los coños, no es de extrañar que los hombres nos veamos atenazados por el miedo más irracional. Porque a ver quién es el guapo que se atreve a poner la boca en la raja supurante de una fémina que lleve más de 24 horas sin ducharse y tenga ese abecedario de mocos ahí abajo. No, hay que asumir nuestra derrota en ese aspecto.

6. La aletoriedad de la micción femenina:



Si por algún extraño golpe del destino un macho se encontrase bajo el coño de una fémina a punto de recibir una lluvia dorada, a este macho le esperaría un infierno. La trayectoria del chorro es imprevisible. Nunca sabes por dónde te va a caer. La orina femenina brota hacia un lado, luego se divide en dos o tres chorros, luego se vuelve a unificar, luego cambia de trayectoria, te moja el pelo, la frente, los ojos, el pecho. Es humillante. Después del festival urinario, la vulva les queda totalmente empapada. Por eso ellas se limpian el coñito con papel higiénico después de mear, con ese ritual tan exquisitamente femenino de coger papel y doblarlo con delicadeza para secarse la vulva. Y eso en el mejor de los casos, porque como les dé por decirnos: "Límpiame el coñito con la lengua, cari", la cantidad de orina a lamer será interminable. Compárese esto con el chorro regular y previsible de los machos. A nosotros se nos ve venir. Es natural que ante una cloaca que micciona de forma tan aleatoria y traicionera, el macho no tenga otra que rendirse y pedir clemencia.

7. Miedo a la menstruación:



No hay duda de que una raja que sangra es algo cuanto menos inquietante. La sangre simboliza heridas, muerte, vampirismo. La mayoría de culturas y religiones (incluida la cristiana) relacionan la menstruación con la impureza y la infertilidad. En la tradición judía se abofeteaba a la hija en su primera menstruación. Las mujeres hindúes, durante la menstruación, se abstienen de los oficios religiosos. El autor romano Plinio escribía en su Historia Natural: "Aproximarse a una mujer en este estado [entiéndase menstruación] tornará el vino agrio, las semillas que sean tocadas por ella se volverán estériles, los injertos se secarán, las plantas se marchitarán y la fruta se caerá del árbol debajo del cual ella se siente." También se ha podido observar con la ayuda de la fotografía Kirlian que el aura de la mujer menstruante se torna oscura, densa y pútrida. Incluso hay una explicación científica para todo esto. Según investigadores de una universidad estadounidense, las mujeres menstruantes segregan unas toxinas (menotoxinas) que poseen un efecto inhibitorio sobre el crecimiento de raíces, tallos, brotes, levaduras, y afecta a las propiedades geotrópicas de las plantas. Si por algún extraño revés del destino un varón se encontrase bajo el coño de una fémina a punto de recibir una lluvia roja, debería saber que la sangre menstrual constituye un auténtico veneno para el organismo del pobre macho. La ingesta de un solo vaso de sangre y coágulos menstruales bastaría para dejar a un macho estéril de por vida. Ante este panorama, no es de extrañar que haya miedo a los coños. Muchas chicas se cuentan entre risitas que sus novios se marean cuando ven los manchurrones de sangre de su menstruación. "Qué delicados que son los hombres... Y nosotras tan campantes, jijiji". Son tremendas.


8. Vellosidad genital femenina y miedo a la mujer-mona:



Esto es un coño en su estado natural. Inquietante, ¿verdad? Los varones presentamos vello en el pubis, pero no en el pene ni en la bolsa escrotal. Sin embargo, las féminas presentan una espesa mata de pelo tanto en pubis como en labios mayores (que embriológicamente corresponden a nuestro escroto). Si pusiéramos en una balanza el vello púbico de las féminas (en estado natural) y el vello púbico masculino, el vello púbico femenino pesaría unos cuantos gramos más. Vamos, que hay más pelo en los coños de muchas mujeres que en la barba del señor de mi avatar. Por eso las mujeres intentan por todos los medios, mediante depilación, rasurado y demás artificios, que no nos percatemos de que ellas están más cerca del mono que nosotros y que, por tanto, su sexualidad es más primitiva y salvaje que la nuestra. Ante esta imagen de los genitales de la mujer-mona, no es de extrañar que exista un miedo ancestral equivalente al del hombre cazador-recolector frente al mamut lanudo.



Si alguien conoce más peligros inherentes a los coños o más motivos por los que deberíamos temerlos, que tenga la bondad de exponerlos aquí. A ver si nos metemos ya en la cabecita que los coños tienen un poder espantoso y que toda precaución es poca.

Nicolopaganini I - El varón domado traducido

El varón domado, de Esther Vilar, traducción en azul. Un hombre tiene que ser capaz de protegerme Un hombre tiene que ser capaz de proteger...