sábado, 17 de enero de 2009

Wetamir III - Exposiciones de Arte

Partimos de la base de que a la gente el arte en sí le tira de un pié, no les importa, no les interesa, como mucho les agrada. Les agrada el ambiente cool, modernillo del arte, el dinero que mueve, los personajillos estrafalarios, la iluminación de las salas de exposiciones y el plumaje del pavo real.

Todo el mundillo del arte y las exposiciones no son mas que enormes extensiones del EGO de la gente, clasismo en estado crudo, una gigantesca casa de putas adornada de pollas con el precio debajo.

El artista, el tipo que monta la exposición es el tio que planta una alfombra roja hacia su interesantísima persona, se pone sus mejores galas y posa como el tipo mas interesante de la fiesta.

Las putas van allí con sus mejores disfraces: tenemos a la que va de gala, tipo adinerada mecenas madurita con inquietudes estéticas, suele completar el vestido con unas gafas de montura horrible y evidente, que en el lenguaje cosmopolitan eso es ser inteligente y que te tomen en serio.
Luego conviene destacar a la jovencita alternativa cool, que estudia/estudió/tenía amigos en-Bellas Artes, excusa esta para levar boina y camiseta a rayas. Serigrafía del Che, hoja de marihuana, estética antiglobalización, cabeza rapada, lesbianismo ocasional de postureo también entran bien aquí.
Completemos el cuadro con la mayor horda de gafapastas con patillas y cuellos de cisne y aún no nos acercamos.

El Arte, amigos mios, su realización, su utilidad, su razón de ser, es para follar.
El artista llama la atención sobre sí mismo, el que compra arte deja claro que es un señor pudiente y con "gusto", el que habla de arte posa de puta madre como que es muy culto, y la niña con piercing que dice que le gusta ese tono de rojo porque le recuerda a la sangre menstrual no es mas que una gilipollas posando también a ver si le entra otro imbécil hablando en el mismo tono.

Nadie va a ver los cuadros, es como si pensáramos que la gente va al cine porque le interesa lo que cuenta la película, los cojones, van a ver gente guapa.
Los cuadros están allí, para que los miren y tengan de qué hablar, pero la gente cuando va a la exposición, el motivo que les lleva a ir, es buscar cacho.

Hya gente a la que sí les gusta el arte, les interesa, lo disfrutan de verdad, sin segundas lecturas o intenciones. Pero son una minoría y es extrañísimo que tengan menos de cincuenta años. No os incluyais, no sois vosotros, chupis de mierda.

1 comentario:

  1. Hay gente menor de 50 que les gusta el arte de verdad. Otra cosa son los gilipollas que comentas y el "arte moderno". Este "arte" daría para escribir varios libros, pero para putearlo. El mundo del arte se ha prostituido a un nivel mítico.

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