Hasta los cojones estoy de estas vaginas ultraemocionales.
Cago en Dios, se lo buscan ellas mismas, t
oda su depresión todo su drama es pura fachada. Ganas de llamar la atención, vomitar sus penas y recibir mimos.
Jamás conciben que toda su puta vida nos importa una mierda, pero aún así tienen que mostrar su jodida opinión y sus jodidas reacciones emocionales ante TODO, como si importara. Siempre dejando claro lo que piensan, lo que les parece y lo que les afecta.
Habría que largar a todas estas incompetentes adictas al protagonismo del mundo laboral, una purga discriminatoria basada en verdades como templos. Son inútiles, joder, no son profesionales, en nada.
Hoy mismo, una supervisora que tenemos, que cobra igual que todo el mundo pero que su rango imaginario le sirve para crecerse y dar órdenes interpretando a su diva favorita, pues estaba bien jodida. El pusilánime anulado que tiene por novio debió decepcionarla en algún aspecto y
la perra esta no perdió ocasión en morder a todos sus compañeros de entorno laboral, que nada tienen que ver con su puto desastre de vida.Pero es una mujer, y tiene que dejarlo claro, tiene que hacer ver que está jodida, manifestar su desagrado en la búsqueda de que alguien le pregunte qué cojones le pasa, como una niña pequeña, igual. A su puto novio no le monta el número este, no, se lo monta a la gente con la que trabaja, en el lugar de trabajo,
donde se supone que nos debemos a una labor y a una productividad, la imbecil esta se pone borde y a tocar los cojones.
Luego, suena su móvil, se pone a conversar durante media hora en susurros y, tras la tontería, ya todo va bien, ya como un flan. Ya le pasó el tremendísimo enfado que tenía, ya podemos respirar tranquilos los que estábamos TRABAJANDO mientras la otra pateaba papeleras y echaba broncas injustificadas.
¿Esto qué coño ha sido? ¿a qué viene comportarse así en una empresa? ¿te pagan por eso? ¿nos pagan a nosotros por aguantar esta mierda? Que venga ahora una ministra a decirme lo duro que es ser mujer, lo mal que lo pasan. Que venga una representante defensora del sexo débil y victimizado a decirme qué coño era eso.Veo hombres aguantando en respetuoso silencio y recogimiento carros y carretas de mierda mientras su trabajo y productividad no se resienten un puto ápice, pero cualquier depresiva dramática subnormal de estas tiene bronca con el novio y se pone a faltar al respeto a los que si chollan.
Que se vayan a su puta casa, ostia.
Hasta los cojones estoy de los lloros de esta piara de pijas consentidas que montan un drama cada vez que Borja no les devuelve una llamada al móvil.
En cuanto su atractivo mengua tardan poco en echar balones fuera y decir que estamos todos locos. No podemos culparlas, hemos creado una sociedad que cultiva a estas insolentes flores de estupidez hasta hacerlas creer que piensan cosas con sentido, que su criterio vale y que incluso nos importa.
Lo que hoy me irrita es que
cada vez que una bicha de estas sufre un tropiezo sentimental, tenemos que aguantar sus lloros, sus quejas, sus pataleos y su melancolía de pose de fotolog. Su frustración de todo a 100, "odio a los hombres", "ya no quedan hombres", "son todos unos cerdos", excusa esta para pillar un buen ciego
el siguiente fin de semana y rebajarse a utilizar una polla del ramillete que se le ofrece, que siempre se le ha ofrecido, siempre ha estado ahí, con distintos rostros pero siempre toneladas de pollas disponibles.
Porque
soledad no, de eso no hay, lo que no hay son "Hombres de verdad", por eso ellas se conforman con sucedáneos que las frustran.
Es culpa de los demás, que ellas no se sientan satisfechas mientras deforestan bosques enteros de nabos y se quejan de que no haya uno perfecto, uno a su altura, algo digno de ellas. Todo lo demás es mierda.
Niñas con juguetes por los que pierden el interés en cuanto abren la caja, ahora han visto otro en el escaparate y sin duda es mejor, y ellas solo quieren lo mejor, merecen lo mejor.
Ahora bien, un tio dolido tampoco, eh! Eso si que no, que
tú has venido a este mundo que es la pista central de su circo para hacerlas reir, divertirlas, en definitiva, hacerlas sentir algo. Dicen:
-"He dejado a fulano porque no me hacía sentir lo que tenía que sentir." con dos cojones, que lo sepa todo el mundo que la niña no estaba contenta.
Ellas pueden llorar, patalear y decir públicamente lo que quieran.
Ministras y medios aplaudirán sus chorradas porque
una mujer que humilla a un hombre es moderna, libre y
un ejemplo para todas las pobres mujeres maltratadas que mueren todos los dias en nuestro país del primer mundo.
Pero un tio al que esta panda de zorras se las hayan hecho de todos los colores, no puede ni quejarse, ni inmutarse, ni alterar su sonrisa, buen rollo y simpatía. "The Show must go on" y
si no aportas al circo de sus egos mejor que te vayas.
Si te quejas es que eres débil, y si eres débil ya no eres Alfa, eres basura. Si dejas ver que te falta un pedazo del pecho del tamaño de un puño eres un perdedor patético y das risa.
Cuando veais las cosas con distancia os querreis arrancar los ojos de pura vergüenza.